Ella era
tan buena que le donó toda su ropa a los pobres y tuvo que hacerse ropa nueva
con las cortinas.
Esos pobres
se volvían ricos y ella cada vez más pobre.
Los ricos
nuevos se hicieron una mansión y cuando la vieron a ella la dejaron de lado, le
hicieron: ahj! (con un movimiento de brazo hacia adelante).
Los reyes
del castillo-mansión hacían fiestas y bailes y a ella no la invitaban, estaba
muy mal vestida con cortinas.
Una vez
llegaron unos nuevos vecinos que la vieron tan pobre pero tan pobre que le
dieron plata. Entonces la mejor señora fue a comprar algo al kiosco. Cuando
estaba por comprar dijo: ay no! Cómo voy a comer? Me da lástima comer cosas que
vengan de los seres vivos!
Un día se
cansó y dijo: BASTA!. Fue a la casa de los ricos y les dijo:
No puede
ser que no me den nada! Yo les di todo lo que tienen!
Entonces
los ricos se dieron cuenta de que lo que estaban haciendo estaba mal y dijeron:
Tenés razón,
nosotros fuimos muy malos con vos. Te daremos dinero y una casa…
Ari, Pri,
Debora, Kayla
*La mejor es una historia que surgió de la lectura de La peor señora del mundo de Francisco Hinojosa.
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