Sin que las flores se opusiera. Se
compartía en las veredas. El otro lado es el mayor contagio.
Quizás el tiempo era como las frutas. Y si
miramos bien el tiempo era un perfume y no venía.
Que reinan sobre umbrales, entre abanicos y
señores, por flechas, fuego y flores, en su silla de paja, porque sí.
Y fue a esa edad... Llegó la poesía. No
servirá para poner el pie.
Martín
Ojos
ciegos
Hasta los mismos ojos cambian de color
y si miramos bien
de pronto entre los otros,
queda todavía en niños solos
y observar mejor debajo
creo que todavía queda un poco.
Levantar cada palabra que encontramos.
Tina
En mis tiempos había tiempo. Supongo, ya no
sé, nada sabemos. A que todo lo demás, rodé con estrellas, en un solo saludo,
saludando. En un idioma sin resentimiento. Vaga, sin cuerpo, pura.
Valentino
Poemas
hermosos
I
Mucho mas
que cualquier empleo,
que uno peinara su pausado pelo,
allí estará sin rostro,
todos
usábamos tiempo y lo perdíamos
yo no sabia
que decir, mi boca
por
flechas, fuego y flores
levantar a
la muerte
y una rosa
nos duraba
II
Mi corazón
se desato en el viento
Amontonándolo
como importante
Yo llegue a
conocerlo: esta enterrado
Y en la
lustrada majestad del gato
Se pedían
prestada a la muerte
La sombra
perforada.
Valeria
Corazón
del río*
I.
En lo más hondo de mi corazón
salió, de invierno o río
mucho más que cualquier empleo
mi corazón se desató en el viento
y me fui haciendo solo,
rodé con las entrellas,
sobre todo el amor.
II.
De tiempo verdadero, pero lejos
en un solo saludo, saludando.
Tiempo sin ser castigo
del misterio,
entre fuegos violentos
esperaban de sobra
y visitaba diferentes ocios:
ya nunca más se pisará como antes
o regresando solo.
*(título puesto por Tina)
Yony
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