lunes, 20 de mayo de 2013

¡Llegó el cartero!*






Querida Ana:


¿El lunes querés venir a mi casa a comer una torta llena de letras? La preparé yo mismo. Sos muy linda y solo creo en tus letras que forman palabras que forman oraciones que forman poesías y cartas de amor.
Yo estoy convencido de que no existe nada más importante que vos.
                                                                Te amo, 4448
Diego.
Querido Diego:
¡¡¡Sí, quiero!!!
¿Te acordás el día que te encontré caminando por la calle? Tenía vergüenza de mirarte y hablarte. Había encontrado uno de tus números matemáticos, y no te dije nada porque me daba vergüenza. Era el 5 (cinco).
                                Te amo,
                                                Ana.
Querida Ana:
¡Sí, me acuerdo cuando nos vimos caminando! A mí también me daba vergüenza mirarte y hablarte. Y yo también había encontrado una de tus letras hermosas: era la N (ene).
                                                Te lo manda Diego.
Querido Diego:
¡Ah, muchas gracias por encontrar mi letra N! ¡Se me había perdido hace años! ¡Te lo agradezco un montón! No podía escribir un montón de palabras que lleven la N, porque me faltaba esa letra. No podía escribir mi nombre Nora, entonces por eso me cambié a Ana, que la tiene en el medio. Así que ahora ya que encontraste mi N no me tengo que preocupar más por buscarla.
                Besitos,
                                Ana.
Nos veremos.
Priscila y Nahuel

Querida Manuela:

¿Por qué no tiras todas esas cosas y te enamoras?, así pones cosas nuevas y las que ya tenías…
Nunca olvides que lo importante es que te enamores porque sin amor no hay vida y sabes que te quiero.
Podríamos ir al parque a mirar el cielo a ver las aves volar felices.
¿Qué pasaría si te enamoras de otro?
¡Espero que me escribas pronto!
Manuel
PD: te extraño

Querido Manuel:
Gracias por escribirme, me gustó mucho..
Si me enamorara de alguien te podría lastimar mucho y no quiero que eso pase.
Te quiero mucho… 
Jamás te olvidaré.
Manuela
PD: me gustaría jugar al … con vos.
Daniel S.



Querido Gardela:
Encontré una novela en la tele que te va a encantar. Una novela súper divertida de amor. Hay muchas novelas en la tele que vi, ahora te voy a mandar la novela de amor grabada con un cartero.
Te invito a salir al cine a ver “Dulce amor” en pantalla grande con palomitas y coca y anteojos de 3D. Tengo dos asientos preparados para sentarnos.
¿Querés venir al paseo con mis amigos y mis amigas?, será divertido!
Después del cine podemos ir a dar una vuelta a la manzana a comer helado con mi perro.
Gracias por escuchar mi carta.

Besos.
Susana.

Querida Susana:
Gracias por invitarme a salir, fuiste muy amable conmigo. Podré ir contigo y con tus amigos a comer helado, ir al cine y comer palomitas y gaseosa.
Y gracias por guardar los asientos.
Te contaré lo que hice en este verano. Lo que hice fue: ir a la pileta, ir a la plaza, jugar con la pelota al fútbol y al voley. Cuando terminaba veía todo el tiempo la novela hasta el amanecer.
Yo te invito el jueves a comer hamburguesas, coca, papas fritas y mayonesa con ketchup.
Susana, gracias por invitarme a salir, ahora yo te invito a vos.

Gracias por escuchar mi carta.
Besos,
Gardela.


Xiomara
*Inspirados en Excesos y exageraciones de Pablo Bernasconi escribimos cartas de amor entre sus personajes.


martes, 14 de mayo de 2013

La Plapla


La plapla, ilustración de Vilar

 La plapla
Felipito Tacatún estaba haciendo los deberes. Inclinado sobre el cuaderno y sacando un poquito la lengua, escribía enruladas emes, orejudas eles y elegantísimas zetas. De pronto vio algo muy raro sobre el papel.
-¿Qué es esto? -Se preguntó Felipito, que era un poco miope, y se puso un par de anteojos.
Una de las letras que había escrito se despatarraba toda y se ponía a caminar muy oronda por el cuaderno.
Felipito no lo podía creer, y sin embargo era cierto: la letra como una araña de tinta, patinaba muy contenta por la página.
Felipito se puso otro par de anteojos para mirarla mejor.
Cuando la hubo mirado bien, cerró el cuaderno asustado y oyó una vocecita que decía:
-¡Ay!
Volvió a abrir el cuaderno valientemente y se puso otro par de anteojos, y ya van tres.
Pegando la nariz al papel preguntó:
-¿Quién es usted, señorita?
Y la letra caminadora contestó:
-Soy una Plapla.
-¿Una Plapla? - preguntó Felipito asustadísimo-, ¿qué es eso?
-No acabo de decirte? Una Plapla soy yo.
-Pero la maestra nunca me dijo que existiera una letra llamada Plapla, y mucho menos que caminara por el cuaderno.
-Ahora ya lo sabes. Has escrito una Plapla.
-¿y qué hago con la Plapla?
-Mirarla.
-Sí, la estoy mirando pero ¿y después?
-Después, nada.
Y la Plapla siguió patinando sobre el cuaderno mientras cantaba un vals con su voz chiquita y de tinta.
Al día siguiente, Felipito corrió a mostrarle el cuaderno a su maestra, gritando entusiasmado:
-¡Señorita, mire la Plapla, mire la Plapla!
La maestra creyó que Felipito se había vuelto loco.
Pero no.
Abrió el cuaderno, y allí estaba la Plapla bailando y patinando por la página y jugando a la rayuela con los renglones.
Como podrán imaginarse la Plapla causó mucho revuelo en el colegio.
Ese día nadie estudió.
Todo el mundo, por riguroso turno, desde el portero hasta los nenes de primer grado, se dedicaron a contemplar a la Plapla.
Tan grande fue el bochinche y la falta de estudio que desde ese día la Plapla no figura en el abecedario.
Cada vez que un chico por casualidad, igual que Felipito, escribe una Plapla cantante y patinadora, la maestra la guarda en una cajita y cuida muy bien de que nadie se entere.
Que le vamos a hacer. Así es la vida.
Las letras no han sido hechas para bailar, sino para quedarse quietas una al lado de la otra ¿no?.
(extraído de los "Cuentopos de Gulubú", de María Elena Walsh, 1965)

Y proximamente... 
¡¡¡La tipografía de Una biblioteca en La Vereda!!!

jueves, 2 de mayo de 2013

Abecedario macabro*









A
Ana murió aplastada por una banana.
B
Boris murió por huir de su mamá Carla.
C
Carolina murió porque se atoró con la gelatina.
D
David murió por un aplauso porque se hizo el payaso.
E
Ezequiel murió por un ciempiés.
F
Federico murió de amor por un pico.
G
Germán murió por un beso de su propio ¿chou?
H
Hernán murió por besar a Tina la maravilla.
I
Ivana murió por ver a Daniel y David y Nahuel.
J
Jorge murió por ser mezclado con azúcar y harina.
K
Kati murió comiendo un paty.
L
Lola murió por un pedo.
M
Milagros murió por tomar cilantro.
N
Nahuel murió enrollado en un papel.
Ñ
Ñoño murió por un soplo.
O
Osmar murió por un zapato.
P
Paula murió por una reyerta o pelea.
Q
Quico murió haciendo malabares en un circo.
R
Rodrigo murió asfixiado por un abrigo.
S
A Silvina se la comieron enrollada en una salchicha.
T
Tina murió por una rima cochina.
U
Uriel murió porque lo aplastó un tren.
V
Viviana murió porque se atragantó con una naranja.
W
Walter murió en Marte.
X
Xul murió por una palma.
Y
Yanina murió por su mejor amiga Luanita.
Z
Zoilo murió porque no tenía novia.

*Leímos en video Los pequeños macabros de Edward Gorey y nos inspiramos para hacer nuestro propio abecedario macabro.